Monday, May 5, 2014

CUANDO TODO EMPIEZA

Hi!
Llámame "Mía" obviamente ese no es mi nombre, estoy segura que ustedes ya lo saben, pero es un lindo seudónimo, prefiero ser Mía que una bulimica, suena mil veces mejor; podría decir no se como empezó todo esto, pero seria mentir, en realidad se perfectamente como y cuando empezó aun lo tengo muy fresco en la memoria, es que aunque por lo general me siento como una cabeza hueca olvidándome de las cosas como si padeciera de alzheimer, hay cosas de las que estoy segura jamás podre olvidarme como de mi primer amor por ejemplo o de esto que fue casi un  vicio, o mas bien podría llamarlo una enfermedad crónica, ya que aun hoy en día sigue apareciendo en esos días oscuros en los que mi lucidez cerebral disminuye y mi amor a la vida desvanece; aun hoy me pregunto si fui yo quien encontró a MÍA? o fue ella quien me hallo a mi, y probablemente la  respuesta sea ella, ella quien fue la que me saco de mi agujero negro, y quien dirigió mi vida si bien no hacia un jardín de rosas, al menos hacia una estúpida y rara estabilidad emocional, y probablemente es ella quien aun hoy en día sigue encontrándome, y sigue metiéndose en mi vida, recordándome que su amistad es eterna lo que significa que probablemente jamas podre librarme de ella, al igual que un diabetico que jamas podrá deshacerse de su cruz; y al igual que ellos que pueden vivir una vida perfectamente normal y controlar todos los síntomas, exactamente igual una Mía puede llevar una vida normal, y si nunca llegamos a ser Ana al 100% incluso pasaremos desapercibidas porque ni siquiera llegaremos a la delgadez mórbida, sin embargo el día menos pensado, la enfermedad vuelve y con mas fuerza para recordarnos que no estamos solos, y que probablemente es ella quien se adueña de nuestras vidas en esos tiempos de angustia indescriptible, falta de voluntad, falta de autoestima?, llamen lo como quieran, es muy sencillo decirlo desde afuera, es tan fácil describirlo o sentir pena diciendo pobrecilla o conjeturar cosas como si ella realmente quisiera saldría, yo podría mirar un esquizofrenia y decir lo mismo, o podría mirarlos a ellos tira de neuróticos que se creen perfectos y decirles lo mismo, arreglen sus vidas y si ustedes realmente quisieran no tuvieran problemas, pero es mas difícil de lo que parece, solo alguien que ha pasado por esto es capaz de entenderlo a la perfección y probablemente me den la razón, o tal vez no, pues bien no me preocupa cada quien tiene su propio punto de vista, su propio mapa mental y no espero me den la razón, o me compadezcan, porque si bien no es algo de lo que me enorgullezco, tampoco es algo de lo que me sienta avergonzada.

Mil disculpas por mi extenso preámbulo cuando estoy inspirada suelo hablar mucho de mis cosas, y con frecuencia desviarme del tema principal, aunque bien me parece una buena introducción, y ahora sin mas vamos al punto de partida cuando todo esto comenzó, y a la razón de todo este relato.

   Terminaba la primaria, y aunque probablemente empezó antes de eso, en realidad empece a familiarizarme mas con ella al comienzo de la secundaria, no considero haber sido una niña obesa, tal vez ni siquiera gorda, pero jamas me sentí delgada y eso me aterraba, pues quien no se aterraría, teniendo una hermana hiper delgada que la llama así todo el tiempo, y una madre que lejos de defender-la, priorizaba jerarquías familiares, es decir que por ser ella mayor yo le debía pleitesía, sin motivo, solo porque debía y punto, nada mas absurdo.
Yo siempre fui una niña tímida, pues con padres conflictivos, no se podría esperar que yo fuera muy sociable, aunque en realidad mis hermanos mayores lo eran, bueno tal vez exageradamente tal vez bordeando con lo problemático, aunque aquí entre nos, absolutamente todo es problemático cuando estas en el colegio, en fin, elegí el camino de la introversión y hoy incluso disfruto la soledad, y sigo tratando de encontrarme a mi misma, pero que quede claro, no soy una ermitaña si bien soy tímida, en ocasiones puedo llegar a ser muy expresiva o sociable, claro que solo son pequeños y fugases chispazos, y eso si, soy una muy buena amiga, mataría por una mejor amiga, o le daría un riñón, afortunadamente tengo muy pocas menores amigas, y mas suerte aun, ninguna de ellas necesita mi riñón ja ja ja; bueno tal vez esa fue la razón por la que Mía decidió ser mi mejor amiga, mi compañera fiel, mi refugio, mi calma.

Recuerdo ese primer día de clases, yo vestía buzo de uniforme, y viendo a las chicas tan delgadas probablemente me sentía una ballena enorme, probablemente habían chicas gordas, incluso mas que yo, estoy consciente de eso ahora, pero obviamente era algo que no veía o quizas que no me interesaba en ese momento, yo quería ser delgada, quizá intentaba desvanecerme, simplemente desaparecer, o ser transparente y valla que lo lograba en miles de ocasiones, conforme iban avanzando los días, yo me sentía cada ves mas gorda, conseguí una mejor amiga y hacíamos miles de cosas juntas dentro del cole claro, no es que me dejaran salir demasiado en ese entonces, a penas iba a casa de amigas para trabajos grupales, mi papa nunca tuvo muy buen carácter, y entre la bebida y el trabajo pocas veces tenia tiempo para nosotros, me refiero a tiempo real, del que le sirve a un hijo, no de esos momento tan comunes hoy en día en los que se reúnen a ver la serie favorita en familia, valla si eso es una actividad familiar productiva, y lo digo en el tono mas sarcástico que se puedan imaginar, y claro con un padre ausente que solo estaba para discutir con mi madre, conseguí una madre neurótica, descontrolada, mama gallina en ocasiones, y un tempano de hielo en otras, ¿amiga? no mil cosas menos amiga, desde sargento hasta paloma herida; hoy la entiendo inexperta, excesivamente joven y con tres hijos y miles de problemas en la cabeza, lo se lo se, dio todo lo que pudo, pero en ese tiempo no lo entendí, y aun hoy en día una parte de mi no lo entiende, esa lógica de locos de tener hijos como si fuera competencia, cuando ni siquiera se puede con uno mismo.

Pues bien eran uno de esos "perfectos" días de mi vida en los que para variar mi mama me grito por algo, no recuerdo porque, y no creo sea relevante, solo se que estaba triste, y como siempre me sentía incomprendida, así que surgió esa brillante idea, fue cuando Mía llego a mi, y pensamos porque no, esto podría funcionar, era bastante simple el esquema, dejar de comer o reducir mis raciones al mínimo posible, claro estaba, cuando debía de comer lo haría, no había problema, de todas formas eso acabaría en el escusado de cualquier manera, entonces decidimos poner en practica nuestra teoría, pues creíamos fielmente que nos traería paz interior, comimos lo regular y para no generar sospechas, fingimos un falso entusiasmo en clases, deseábamos ser las primeras, obvio nuestro plan era llegar a ese escusado del colegio lejos de casa, donde nadie nos vería, y poner en marcha nuestro plan, fue difícil al principio, sentir ese sabor amargo en la boca, ese sabor de la comida llena de jugos gástricos, pero era un mal menor, al terminar me sentí aliviada, contenta, con esa felicidad irracional que te da cuando logras algo, pues si , es descabellado pero eso era un logro para mi, así seguí toda la semana, y durante varias semanas ya no se siquiera cuantas, pero empece a sentir que no era suficiente y lo que lograba vomitar era por mucho un 10% de lo que ingería, así que seguía sintiéndome cada vez mas gorda.
Lo se todo eso era irracional de por si, así que no variaría nada si lo llevaba al limite, así que cruce esa delgada linea, y añore esas conductas ANA, intente algunas, claro nunca pude convertirme en una al 100%, siempre fui un híbrido, pero con corazón de MÍA, pues bien esto ya había comenzado y era como ir en uno de esas canoas en un rió con mucha corriente, podía hacer pequeños giros, pero bajar en medio del rió, ya no era un opción, hacer eso era un suicidio seguro, así que seguí, lo siguiente significaba reducir mis porciones de comida, se darían cuenta que algo pasaba, probablemente si, pues la verdad contra toda expectativa eso jamás paso, probablemente al principio fue un dolor de estomago una gripe, un dolor de cabeza, cualquier cosa era útil, luego deje de comer hasta las frutas, pues en mi lucha por no aumentar ni un gramo, hasta una manzana era un considerado como veneno, tomaba las frutas y se las obsequiaba a mi hermana, hermano, amiga, o quien la quisiera, y así fue como poco a poco, fui metiéndome mas en este mundo Mía, y sin darme cuenta ya no podía salir y cada vez, aumentaba mi obsesión por perder peso....